De vez en cuando gusta jugar a juegos súper simples, de esos que capturan toda la esencia del entretenimiento en una mecánica básica. Con esa premisa nos encontramos con Tombstones Retirement Day para Commodore 64.
Un juego de Megastyle de 2017.
El Juego.
Por ello deberemos conocer nuestro teclado de memoria, y pulsar las teclas sin mirar la pantalla pues hemos de ser muy rápidos y tener los reflejos en todo su esplendor. Conviene tener una posición inicial fija para nuestros dedos y establecer qué dedo le corresponderá cada tecla para así ser lo más rápido posible. Decir que las teclas están restringidas a sólo las letras (no números ni teclas especiales). Entre duelo y duelo podemos aprovechas para volver a mirar el teclado y refrescar donde está cada tecla y a qué dedo «le pertenece».
Uso de la emulación.
Para jugar al juego correctamente debemos hacerlo en la máquina original o en un emulador actualizado como Vice 3.1 pues el programa hace uso de una función aleatoria para decidir la siguiente letra. Los emuladores antiguos no resuelven ésta característica correctamente y pueden estar mostrando siempre la misma letra, como en RetroArch, cuyo core de Vice no parece ser la última versión.
El juego apareció como regalo en la revista Reset Magazine y posteriormente fue liberado a todos los interesados. El programador del grupo tomó este proyecto como su iniciación al Commodore, después de haber programado en otros sistemas.
Tuvieron el detalle de incluir una tabla de puntuaciones que se graba tras cada nueva inclusión en la misma, para así poder guardar nuestros logros.
El sistema de puntuación es sencillo, cuanto más rápido seamos en desenfundar, más puntos nos darán. Asimismo, conforme pasemos a la fase de ciudad y cementerio veremos como nuestras puntuaciones se multiplican por cada duelo superado.
Página oficial y descarga gratuita: https://megastyle.itch.io/
Seguro que es de los que te incitan a decir «una más» hasta que ya no puedas con el estrés del momento de pulsar la tecla. Sin duda nos hubiera venido de lujo en los 80 cuando los niños íbamos a las clases de mecanografia.
Un saludo Juanje, se te echa de menos.