Si quieres ser buen soldado jugarás a Combat School (ARCADE)

La ‘mili’ de nuestra infancia

En una época que el servicio militar empezaba a dejar de ser obligatorio, o al menos podía encadenar una prórroga tras otra hasta que se olvidasen de ti, nos llegó desde tierras niponas un videojuego altamente inspirado en las películas bélicas norteamericanas que triunfaban por entonces (como La Chaqueta metálica o El Sargento de Hierro). La novedad radicaba en que la trama se centraba en nuestra instrucción, más que en el enfrentamiento contra el enemigo. Así, cogieron ideas básicas de anteriores títulos como Track ‘n Field o Hyper Sports, y nos ‘hicieron hombres’ en este duro campo de instrucción virtual.

 

 

¡Firmes!

Combat School (también conocido como Boot Camp en USA) estaba diseñado como una serie de pruebas que tenemos que ir clasificando al llegar a un objetivo establecido. Resueltos todos los desafíos recibiremos nuestra condecoración junto a nuestro rango, y no tendremos que esperar mucho para nuestra primera misión. El colofón del juego es rescatar al Presidente retenido por los terroristas.

«¿Buscas pelea?» nos reta el instructor antes de echar los cinco duros

Nuestro entrenamiento comienza con una sencilla prueba de carrera de obstáculos. Dejaremos de lado el joystick para aporrear botones lo más rápido posible, hay que entrar en meta antes de que se acabe el tiempo. Por el camino encontraremos una serie de muros que tendremos que saltar, para ello pulsaremos el segundo botón en el momento oportuno para que la escalada sea lo más rápida posible. Cuidado con aflojar el ritmo, si nos supera nuestro compañero nos tirará al suelo y perderemos unos valiosos segundos, que pueden afectar en la bonificación de puntos y tiempo adicional para la siguiente prueba.

A continuación pasaremos al campo de tiro; haciendo uso del joystick apuntaremos a las distintas dianas que irán surgiendo, es una prueba bastante sencilla para ir cogiendo experiencia con nuestra arma. La siguiente es una carrera de fuerza (Iron-Man), donde quizás lo más complicado sea el escaso campo de visión. Muchos son los obstáculos que irán apareciendo sin casi tiempo a reaccionar. Podemos ir saltando continuamente sin importar mucho que tropecemos en un par de ocasiones. El objetivo a conseguir es fácil de lograr.

Afina la puntería

Necesitaremos un poco de suerte para que las dianas a evitar no aparezcan intercaladas

Volvemos al campo de tiro, pero ahora nuestro recluta podrá moverse lateralmente para destruir los robots que aparezcan en pantalla. Aquí contamos a nuestro favor que siempre aparecen por el mismo sitio y que al llegar a nuestra posición, terminan por desplazarse lateralmente, por lo que en los instantes finales acaban por agolparse ahí. Antes de un reconfortante descanso para las pruebas finales, desafiaremos a nuestro compañero a un pulso. Es importante ganarlo para obtener la bonificación de tiempo para la siguiente prueba

A partir de aquí es donde realmente empieza la dificultad del juego, la última prueba de tiro nos complicará la clasificación al tener que evitar ciertas dianas. Además tendremos el añadido de notar que el control con la palanca de mandos no es todo lo fina que requiere el evento. Se nota que originalmente el juego se programó para ‘trackball’. La última prueba es luchar contra el instructor, podremos tomarnos venganza de tantas humillaciones anteriores para hacer que muerda el polvo. Es un combate a todas luces desigualado hasta que encuentras el truco para golpearle y escapar.

Graduado con honores

La prueba de fuego, evitar a los terroristas

Si derrotamos a nuestro superior podremos celebrar nuestra graduación y rango (en base a los puntos obtenidos), pero el juego no acaba aquí. El ejercito está tan satisfecho de nuestro rendimiento que nos encomienda nuestra primera misión. Rescatar al mismísimo Presidente de los terroristas. En este punto es donde se frustraba muchas de las partidas jugadas en nuestros días. Es una prueba muy difícil donde prácticamente cada roce te manda al ‘Game Over’. La programación de colisiones no parece estar muy bien afinada y el duro control tampoco ayuda a nuestra tarea. Al final se reduce a una memorización de qué hacer en cada momento para salir triunfante con el rehén.

Fue un juego con bastante éxito, que innovaba al dar otro enfoque a los temas bélicos, además tenía algunos detalles inesperados como cuando te quedabas a poco de llegar al objetivo. El imperturbable instructor te daba una segunda oportunidad con una prueba extra de hacer flexiones (dominadas) que no sólo te permitía seguir jugando, sino que incluso te daba por buena la prueba fallada. También se podía jugar a dos jugadores, aunque la misión final quedaba reservada para uno solo. Para determinar qué jugador era, se repetía la prueba del pulso, el ganador era el llamado la misión de rescate.