Ruff ´n´ Tumble, el 94, la quiebra de Commodore, y uno de los juegos más emblemáticos de Amiga.
El Commodore Amiga no llego por mis lares, ni tan si quiera pude verlo en casa de un amigo. No obstante, con la perspectiva del tiempo, he quedado rendido ante tal alarde técnico de músculo, frente a los PCs del momento, que hacían lo que buenamente podían. Pero toda la grandeza del Amiga, terminó cuando en 1994 Commodore lanzó el 4000T y quebró eso mismo año. Pese a esto, la plataforma aún les depararía a sus usuarios, agradables sorpresas como el título del artículo, Ruff ´n´Tumble de la mano de Wunderkind en el citado año.
Ruff ´n´ Tumble
De sobras es conocido, que en el 94, las consolas de 16 bits habían comido mucho terreno a los arcades, pero a la chavalería seguía gustándole los desarrollos coloristas y atractivos, con saltos y disparos, muchos ítems y powerups más una dificultad altísima, es decir, los arcades alataformeros clásicos.
Y es que al aspecto visual y de gráficos del juego de Wunderkind recuerda a los juegos vistos en salones recreativos, un chorro de color implementado de la mejor forma posible.
Historia
Ruff Rogers, mientras juega con sus canicas en el parque, pierde una por un agujero en el que entra, y resulta ser un teletransportador a un planeta alienígena (poco original y muy Lewis Carroll). El planeta, está gobernado por el loco Destiny, con su temible ejercito de subordinados robots. Ahora, Ruff, tiene que recuperar sus canicas y liberar el planeta del malvado gobernador.
Jugabilidad
El prota, puede correr, saltar y utilizar su arma multiproyectil, capaz de disparar balas, láser, misiles o convertirse en un lanzallamas (dependiendo de los poderes que se recolectan cada nivel). Cada nivel se completa mediante la recopilación de un número determinado de canicas de colores (roja, verde y azul) que desbloquean la salida. Grandes mundos, muchos enemigos distintos repletos de animaciones, jefes de final de nivel y un chorro de acción al más puro estilo Metal Slug, suman ha convertirlo en un juego muy llamativo y adictivo.
Si el aspecto visual y jugable, es muy atrayente, el mayor defecto del juego es el scroll, que aunque no es demencial, si que resta enteros a un producto espectacular. Añadir, que la dificultad, a veces, es realmente injusta y las melodías y sonidos, no son tan memorables como las del Turrican II.
Mundos
Hay 4 mundos en el juego:
- Fantasy Forest: un mundo boscoso con muchas áreas subterráneas (donde los gráficos se oscurecen).
- Underground Mine: una mina de cristales, superficies resbaladizas y lava fundida. Este mundo también contiene zonas submarinas.
- Tiphead Factory: el mundo donde se construyen los robots. Un mundo metálico, de chispas y luces.
- Dr. Destiny´s Castle: El mundo final. Un castillo medieval con caballeros.
Conclusión
Tal maravilla técnica, acaba de conquistarnos cuando es capaz de funcionar en cualquier hardware de Amiga sin resentirse en nada, y mostrando todo su brillo cual arcade en nuestro salón fuera. Cuesta creerlo, pero es así de contundente. Por todo ello, estamos ante uno de los títulos emblemáticos del sistema.
Para terminar, si os frena la dificultad, siempre nos queda el «vago» recurso de tirar de passwords, mediante los cuales podemos acceder directamente a un nivel, si hemos completado los anteriores. 6581 para el segundo nivel, 3178 para el tercero, y 8392 para el cuarto. Para ver el final, se puede usar 7339. Si con todo, necesitas más, queda el recurso de las vidas infinitas, 6717.
Si todavía tenéis más ganas de aventuras de Ruff, hay un remake (a special version in your browser) muy interesante: Ruff ´n´ Tumble Mashup.
Fuente: Hall Of Life