Con eventos repartidos por todo el país como en Badajoz, Zaragoza y Alicante, acabamos de vivir un fin de semana histórico repleto de actividades que certifican el buen momento de la comunidad retro de videojuegos clásicos.
No todo son videojuegos
A mitad de la sala nos sorprende un Alien xenomorfo colgado del techo en posición amenazante. Este año se ha invitado a criaturalab.com, que realiza proyectos artísticos de criaturas de gran tamaño de cartón y articuladas con la finalidad de fomentar el trabajo en grupo y colaborativo mediante la realización de talleres. Junto a ellos estaba Arcade Retroal que había cedido varias de sus máquinas para que pudiésemos rememorar algunos de los juegos que disfrutábamos en las salas recreativas, así como ser los organizadores de torneos de juegos tan emblemáticos como Tetris y Street Fighter II.
Commodore Spain
El fondo de la sala se reservó para un habitual de este evento: Javeir Couñago de Commodore Spain, quizás lo más atractivo para los veteranos y amantes del cacharreo. En esta ocasión también puso a disposición del público parte de su colección para que curioseara: un Commodore 64 mini, una raspberry con una carcasa que simulaba un Commodore PET en una pantalla diminuta. Un C-64 clásico con su último juego «Desatranques Jaen», que además tenía conectado una impresora Commodore oficial, con la que se podía ver una demostración en vivo de cómo se imprimía antiguamente línea a línea con esos característicos «bips» mecánicos.
Al lado, su fiel compañero Juan Carlos Pastor, con su inseparable bloc de dibujo con bocetos de sus útlimos trabajos como ilustrador de la portada del juego 4mArena o el cartel de la pasada Explora Commodore. También había traído la joya de la colección: un Sharp x68000; un potentísimo ordenador que no conocimos casi por aquí por no salir de Japón, capaz de hacer correr juegos como si una recreativa se tratase.