El espíritu de la Venganza
La historia nos cuenta que nuestro padre ha sido asesinado por un espíritu medio hombre, medio lobo. Enfundado con nuestras cuatro armas: espadas, shuriken, bombas y gancho recorreremos 7 fases para poder enfrentarnos al jefe final y cumplir nuestra venganza.
Los orbes de colores
Al eliminar ciertos enemigos dejarán para nuestro beneficio ciertos orbes de colores que nos ayudarán en nuestra aventura. Los de color azul, harán que surjan unas sombras detrás nuestra que copiarán nuestros movimientos y, sobre todo, nuestros ataques; por desgracia sólo podremos invocar hasta 2 de ellas. Los de color rojo parpadeante son especialmente muy importantes, aumentarán el poder de nuestras armas convirtiéndolas en algo indispensable para progresar. Así, nuestra espada crea una estela protectora, las estrellas ninja se multiplican por 3, las bombas se convierten en destructoras y el gancho puede girar sobre nosotros creando un barrido contra los enemigos o proyectiles menores.
El orbe amarillo también es bastante importante pues nos envuelve en una barrera de fuego que dañará a los enemigos, eliminando a la mayoría antes de que nos toquen. Por último, el orbe rosa eliminará a todos los enemigos en pantalla, puede venir bien si estamos desbordados en una etapa inicial de aumentar nuestras fuerzas.
El largo camino para la revancha
Debemos recorrer niveles de distinta índole y, aunque el juego no es muy largo, hay que estar preparado para usar el arma más adecuada para cada zona. El primer nivel sirve de introducción y en esta versión de PC Engine es bastante fácil, pues recibir un impacto sólo nos descontará un punto de energía; en fases posteriores algunos impactos son muerte instantánea o descontar más de un punto de energía. Este nivel iniciático nos servirá para invocar nuestras sombras compañeras, así como potenciar nuestra espada y shurikens.
Para el segundo nivel el gancho será una opción recomendada, pues casi al principio podemos potenciarlo y nos servirá para ir eliminando enemigos con el barrido pues aparecerán por distintos lugares de la pantalla. El jefe final nos perseguirá por los árboles, por lo que deberíamos usar las bombas para eliminarlo cuanto antes. El tercer nivel tiene dos enemigos bastante fastidiosos; por un lado, los soldados vietnamitas nos dispararán con sus escopetas pudiendo quedar sus disparos confundidos con el resto, por otro lado, los fantasmas piratas aparecerán de repente y un espadazo de los suyos nos matará instantáneamente. El jefe final no supondrá un problema si todavía contamos con las bombas potenciadas, bastará con saltarle por encima cuando nos arrincone.
El cuarto nivel tiene otro contratiempo en forma de ninja morado, dispone de un gancho similar al nuestro que nos matará al contactar. Por eso lo mejor es eliminarlo rápidamente o evitar su gancho. Este nivel se descompone en varias secciones; la última tendrá el inconveniente añadido de que el techo va cayendo sobre nosotros, por lo que debemos ser rápidos usando la estela de la espada para eliminar lo mínimo para seguir adelante. El nivel quinto cambia de mecánica y puede llevarnos a engaño en un principio, pues si nos desplazamos lateralmente como hasta ahora no encontraremos fin. Hay que ir subiendo a las distintas plataformas o ramas de árbol hasta llegar arriba del todo, sin descuidar el humo extraño que aparece de vez en cuando y sobre el que no podemos atacar.
Los dos últimos niveles son el verdadero desafío para esta versión, en algunos momentos la gran multitud de enemigos que aparecen en pantalla puede hacer que no veamos algún proyectil o enemigo que termine de rematarnos. Perder las mejoras a estas alturas puede resultar en que ya no podamos remontar; aunque por lo general, nada más empezar tras morir suele aparecer algún ninja poseedor de algún orbe para que intentemos volver a mejorar a nuestro protagonista en vez de pulsar el botón de RESET.
Justo antes del enfrentamiento final, el juego nos sorprende con una sección algo incomprensible que afea bastante la gran jugabilidad y entretenimiento que teníamos hasta ahora. Es el momento que tenemos que caer casi a ciegas entre un laberinto de ninjas que son prácticamente imposibles de eliminar y que su roce hace que perdamos una vida. Es un poco incomprensible que se añada casi al final una parte de memorización pura, pues no hay otra manera de sortearla. Tal y como van apareciendo en pantalla no nos da tiempo a reaccionar para encontrar los huecos entre ellos, hay que conocer de antemano donde están los posibles huecos y luego hilar muy fino controlando a nuestro personaje, pues el fondo negro liso tampoco ayuda para tener referencias de dónde colocarnos. Por suerte, en esta versión, se nos permite continuar desde el mismo punto al perder todas las vidas y podemos repetir esta caída una y otra vez hasta encontrar un camino que sea factible (otra cosa será luego ejecutarlo). Si lo conseguimos, nos quedará la alegría de saber que el enemigo final puede ser eliminado atacando a lo bruto con nuestras bombas aunque no estén mejoradas ni llevemos sombras; el contar con puntos de energía hará que muera él antes que nosotros.