El amplio mundo de los videojuegos

En la actualidad la variedad de oferta para disfrutar los videojuegos es casi infinita. Si no das con un juego que te guste, no es que no exista, es que no lo has encontrado. Detrás del gran foco que apunta a los triple A (éxitos asegurados secuela tras secuela) existe el curioso mundo ‘indie’. Pequeños estudios sin mucho presupuesto que apuestan por hacer algo diferente; no disponen de las millonarias campañas publicitarias de las grandes empresas y saben que para destacar entre ese amplísisimo catálogo de juegos deben hacer algo original, que llame al jugador y pueda emocionarlo con nuevas experiencias.

Con esa idea nace Journey, publicado originalmente en 2012 para PS3 y recientemente adaptado para Windows e iOS. Es un juego completamente diferente a lo habitual, comenzamos con muy poca información de nuestra aventura. No disponemos siquiera de marcadores de puntos o vidas; el tutorial se reduce a decirnos simplemente: «Muévete y explora». Estas propiedades también pueden jugar en su contra, no está destinado para jugadores que esperen una respuesta inmediata. Hemos de ser pacientes y no tener prisa por completar el juego, más bien el objetivo es relajarnos y disfrutar de todo lo que se nos ofrece; la meta no es progresar en el juego, sino en nuestra relación con el entorno.

Una experiencia emotiva

Al principio se nos dará la bufanda, indispensable para acceder a ciertas zonas

Ni siquiera queda clara la historia del juego, y queda a la libre interpretación de cada jugador. Únicamente queda claro que estamos solos y una misteriosa montaña destaca en el horizonte. Por el camino iremos conociendo algo más de esta historia, así como adquirir nuevas propiedades para nuestro viaje. Conforme recojamos una serie de fragmentos, nos irá envolviendo una bufanda mágica con la que podremos saltar más alto o planear por los distintos escenarios, que destacan por su bella factura gráfica. Aunque su uso estará limitado a una cantidad finita que debe ser recargada al tocar ciertos seres o elementos.

Poco a poco, al ritmo suave y pausado del juego nos iremos sumergiendo en este mundo, empatizando con el/la protagonista. Relacionándonos con el entorno a la medida que nuestra curiosidad nos llame por explorar diversas zonas que nos llamen la atención. Incluso podremos encontrarnos con otro viajero y es ahí donde el juego adquiere una nueva dimensión.

Mejor acompañados que solos

Ya queda poco para el final de nuestro viaje, pero todavía hay peligros que sortear

El juego dispone de una opción multijugador bastante peculiar. Compartimos un mismo mundo que está separado por varias áreas (puente roto, desierto, ciudad hundida, templo y montaña). Si estamos conectado a la red de PlayStation (PSN) mientras jugamos podemos coincidir con otro jugador en el mismo área, entonces podremos verle en nuestra pantalla e interactuar con él; de una manera también bastante curiosa. A diferencia de los habituales juegos on-line no disponemos de chat ni audio de voz para comunicarnos, todo debe hacerse con el propio lenguaje que incluye el juego que se reduce a pulsar un botón y llamar tu atención sobre tu compañero. Así, de una manera muy imaginativa podrás alertarle sobre qué camino hay que tomar, dónde se encuentran los codiciados fragmentos perdidos o simplemente tu posición si os habéis alejado mucho. En todo momento queda en anonimato la identidad de tu compañero. Los desarrolladores querían buscar esa sensación de cuando estás perdido (y solo) en un mundo extraño y te encuentras con un completo desconocido en tu misma situación, y cómo ambos cooperáis para lograr vuestro objetivo.

Disfrútalo una y otra vez

Al empezar una nueva partida podremos empezar por la zona que queramos

Durante este fascinante viaje nos iremos encontrando con una serie de murales que seguirán ahondando en esta críptica historia, invitando a volver a empezar el juego una vez que los hayamos visto todos, más si cabe al ver cómo brillantemente enlaza la secuencia final con la inicial, dando un sentido cíclico a la aventura. Además si hemos recogido todos los fragmentos perdidos de nuestra bufanda empezaremos la nueva partida con una misteriosa capa blanca en vez de la ocre habitual, que nos otorgará habilidades especiales como la autorecarga de nuestra magia por tiempo.

Un juego muy diferente a los habituales que busca emocionar al jugador. La empresa no estuvo contenta hasta lograr este objetivo, tanto es así que el desarrollo se alargó mucho mas de lo planificado y llevó incluso a la empresa a la bancarrota. No pudiendo pagar los sueldos de los empleados en la fase final del juego; siendo publicado con la empresa prácticamente con el cierre echado a la espera de la respuesta del público. Respuesta que fue rápida y contundente tanto por crítica como por jugadores.