Dragon´s Lair: PC Full Gameplay

Al principio de los ochenta la revolución de las máquinas recreativas era ya una realidad, cada vez se iban destinando más recursos a mejorar los juegos y eso se iba notando en el aspecto visual de los mismos.

Dragon´s Lair. Un juego de pelicula.

Cinematronics lanzó un producto nunca visto antes: una película de animación interactiva. Dragon’s Lair usaba la tecnología de discos láser (precursor del CD) para reproducir imágenes de alta calidad, en determinados momentos se requería de la acción del jugador y en base al movimiento realizado se saltaba a una escena u otra.

Listo para entrar en un mundo de fantasía?

Para la animación contaron con Don Bluth, habitual en películas Disney de aquella época. Con un escaso presupuesto de alrededor de un millón de dólares consiguió recrear la típica aventura de caballeros donde debemos rescatar a la princesa de las garras de un dragón mientras recorremos un tétrico castillo lleno de trampas.

Lo limitado del presupuesto hizo que los propios animadores añadiesen las voces (a excepción de la narración de la secuencia inicial, realizada por un profesional), y que en vez de contar con modelos usasen revistas de Playboy para diseñar a la princesa Daphne, de ahí su poco aspecto infantil, nada Disney. Para la parte técnica Rick Dyer ideó un sistema basado en un reproductor laser disc, el cual saltaba de una secuencia a otra según cómo se fuese desarrollando el juego.

Ensayo y error en estado puro.

Si realizábamos la acción correcta, avanzábamos a otra estancia del castillo. Si fallábamos, perdíamos una de nuestras vidas. Y aquí donde radicaba parte de su éxito, a nadie le gusta morir en los videojuegos pero en Dragon’s Lair podemos morir de múltiples maneras y cada una de ellas tiene una secuencia exclusiva. Al elegir mal la acción a realizar nos queda el consuelo de ver una nueva espectacular secuencia en vez de la muerte repetitiva habitual de entonces.

La cosa está que arde!

Esta fórmula se ha vuelto a repetir en otros juegos posteriores donde parece tan importante acabar el juego como disfrutar de todas las muertes posibles: Another World, Heart of Darkness y muchos más

El desarrollo del juego puede parecer algo caótico al principio, las secuencias se van desarrollando ante el jugador de manera aleatoria; cuando consigamos superar un buen número de ellas, accederemos a la sala de tesoro del dragón donde guarda cautiva a la princesa.

La poción roja? Sobrevalorada.

Para dificultar un poco más el juego, algunas secuencias se muestran en espejo; es decir, lo que antes había que realizar un movimiento a la izquierda ahora hay que realizarlo a la derecha. Fue una máquina totalmente revolucionaria del momento, fue la primera en requerir 50 pesetas en vez de 25. Un hito histórico como así se le reconoce al estar en exposición permanente en el Instituto Smithsoniano.

Sin embargo no todo fueron alegrías, la jugabilidad la podriamos calificar de nefasta.

El aspecto visual atraía a los jugadores pero rápidamente chocaban con una altísima dificultad, muchas acciones a realizar no eran intuitivas y sólo el ensayo/error ayudaba para progresar. Además, los reproductores de discos láser estaban preparados para una reproducción secuencial de una película en vez de ir constantemente saltando de un sector a otro del disco.

Vamos muchacho! No te me rajes ahora!

Esto resultaba en numerosas averías del reproductor que hacían de la máquina fuese muy costosa en su mantenimiento. También había una molesto cambio a pantalla negra con parpadeo entre secuencias, aunque esto se solucionó en siguientes títulos como Space Ace.

La poca fiabilidad de la tecnología sobre la que se asentaba hizo que no terminase de despegar este tipo de juegos, aun así Dragon’s Lair es recordado por todos por lo que supuso en su momento. En 2002, Digital Leisure resucitó el juego con diversos remakes para plataformas actuales.

El artículo como Gameplay obra de nuestro colaborador Carlos Pérez.