Uno de los juegos más conocidos de Dinamic tuvo su peculiar versión para Commodore 64
Diferencias
El objetivo del juego permanece inalterado, manejamos a un caballero de la legendaria Camelot que debe buscar hasta cuatro objetos anacrónicos para llevarlos al guardián de cada escenario. Así vamos desarrollando nuestra aventura por los bosques, el fondo del lago, las cavernas y el castillo del propio don Arturo, el último guardián del juego. Son notorias muchas diferencias entre esta versión y las originales. A primera vista vemos que nuestro personaje oculta su cara (y su característica melena) tras un yelmo. Tras unas pocas partidas también nos daremos cuenta que la dificultad es bastante inferior, las cajas de colisiones están más ajustadas y las pantallas permiten más margen para realizar las acciones críticas; por eso las vidas que disponemos para completar el juego también ha sufrido un descenso de las 9 originales.
Tampoco se produce la aparición aleatoria de enemigos; siempre son los mismos y en el mismo lugar. Aun así tendremos que lidiar con la «muerte infinita», si entramos en una pantalla mientras estamos en el aire e impactamos contra un enemigo, podremos dar por concluida la aventura; tras perder esa vida, el ‘reset’ hará que nuestro personaje realice la misma acción y vuelva a impactar contra el enemigo irremisiblemente una y otra vez, hasta perder todas las vidas. Otras diferencias que destacan, es que el movimiento de la animación es bastante más fluido, resultando un juego más rápido y directo.
Sello español
Fiel a la idiosincrasia del software español nuestro caballero se puede controlar con el teclado. Algo poco habitual en los juegos de C-64, aunque también es posible hacerlo con el joystick. Así podremos hacer uso de uno u otro según nos sea más cómodo. Los saltos sí tienen una peculiaridad añadida, tenemos que tener en cuenta muchas veces el techo; pues la amplia parábola que produce el salto puede verse interrumpida si topamos con algún obstáculo mientras estamos en el aire. El uso de nuestra espada será necesario en pocas ocasiones pero puede sacarnos de un apuro si no encontramos la manera de evadir un enemigo, pues algunos son vulnerables a ella.
El mapeado es muy corto e independiente entre las fases, pero debemos conocerlo bien. Normalmente existen dos caminos, uno para visitar al guardián y otro para recoger el objeto. Debemos ir primero a por este último, pues en caso contrario es posible llegar a un punto de no retorno donde nos quedaremos atrapados. Al comienzo del juego podemos disfrutar de la melodía en el poderoso SID, pero una vez que empieza el juego el sonido se limita a unos pocos efectos de sonido, cómo si los desarrolladores hubieran tenido que elegir entre una y otra.