by Juanje | 8 Bits Análisis Commodore Noticias | 0 Comments | 31 Jul 2019

Sandy White ideó un juego muy original que ha terminado en clasificarse como uno de los clásicos de los 8-bits. Publicado inicialmente para ZX Spectrum en 1983, fue portado a Commodore un año posterior.

Nos situamos en la peligrosa ciudad de Antescher donde debemos primero localizar a nuestro compañero y luego conducirlo a la salida mientras unas hormigas gigantes se nos abalanzan para impedir nuestra misión; esta operación hay que repetirla 10 veces con su correspondiente incremento de dificultad.

El mundo al revés! Hormigas que vienen a pisarme a mi!

Inicialmente titulado simplemente como «3D ant» Sandy White quiso romper con los estilos actuales y desarrollar un juego cuyo aspecto visual fuese totalmente revolucionario. El juego nos muestra un mundo isométrico opresivo, estamos en constante alerta por ver tras qué esquina van a aparecer un grupo de hormigas para cambiar de dirección. En aquella época ya existían juegos con vista isométrica como Zaxxon o Q*bert, pero no disponían de un movimiento libre de este mundo, por lo que en propias palabras de Sandy se puede considerar Ant attack como «el primer juego 3d isométrico de verdad». Otra de las originalidades del juego es que nos permite empezar la partida controlando un chico o una chica, algo muy poco habitual en la época.

Una vez que hemos decidido con qué personaje hemos de empezar comenzará nuestra misión, el primer rescate es intencionalmente sencillo; justo enfrente de la salida tenemos una plataforma con nuestro compañero o compañera esperando a que le desatemos y pueda seguirnos de vuelta a la salida.

Mi héroe! Sácame de aquí y te daré todo mi amor!

Conforme vayamos completando nuestra misión de realizar 10 rescates, la localización de nuestro compañero será más lejana y más complicada de averiguar. Por suerte contamos con un escáner en el marcador que nos irá indicando si estamos andando en la dirección correcta al volverse a color verde.

Sin embargo, podemos llegar a una situación que aunque el escáner nos haya llevado a la localización correcta sigamos sin ver a nuestro compañero; esto es porque podemos cambiar la vista a 4 ángulos (F1/F3/F5/F7 en C-64) para así llegar a las partes posteriores de los edificios donde se puede ocultar nuestro colega.

El juego se complica cuando dejamos de correr en una dirección fija, en escasos instantes veremos como una ‘horda’ de hormigas apremian sus pasos para rodearnos y reducir nuestra energía a base de picotazos. Esto hace que el momento del rescate sea el más peligroso de nuestras partidas, normalmente nos veremos acosados y los primeros pasos hacia nuestra libertad serán los más críticos hasta encontrar espacio abierto donde correr sin mirar atrás.

Mira, antes todo ésto era campo.

Por suerte contamos con disparos, aunque limitados, tenemos hasta 4 grados de fuerza para disparar nuestros proyectiles (teclas s/d/f/g) y eliminar a estos pegajosos insectos.

Si nos quedamos sin energía, tendremos que empezar de nuevo nuestro rescate pudiendo incluso de cambiar de ubicación nuestro compañero; pero una vez que el temporizador llegue a 0 finalizará la partida y debemos empezar desde el primer rescate.

Esta sencilla disposición nos deja un juego de dificultad media, las últimas fases pueden volverse bastante estresantes al no encontrar a nuestro compañero o vernos rodeados de hormigas en un mínimo despiste.

Así algunos incluso catalogan este juego como el primer survival horror.

TAXI!!

Algunos consejos:

– Nada más empezar, incluso antes de entrar en la ciudad podemos ir a izquierda o derecha para ya tener claro en qué mitad estará nuestro compañero haciendo uso del escáner. Quedará ir subiendo hasta encontrarlo.

– Si somos hábiles con el manejo de nuestro personaje (teclado recomendado) podemos dejar atascadas a las hormigas si giramos justo tras cruzar una pared, similar al movimiento de Tron/Zona 0; la hormiga no sabrá rodear esa pared aunque esté justo en la esquina.

– A veces el scroll hace que nuestro personaje se descentre de la vista, con lo que perdemos campo de visión. Podemos resetear el ángulo actual pulsando la tecla correspondiente para volver a centrar la vista.

La carátula mas molona que veréis hoy.

– Cuando estamos rodeados es difícil salir de ello. Cada mordisco nos hará saltar, por lo que los disparos pueden salir en una altura diferente a donde estén las hormigas y por tanto no les afecte. El mejor consejo parece ser intentar avanzar y disparar, los disparos tienen un gran alcance afectando incluso a enemigos que estén a nuestra espalda. Pero no tenemos que avanzar mucho, pues si llegamos justo donde explota nuestra granada, nosotros moriremos.

– Si nuestro compañero está en un edificio de gran altura, una vez rescatado hay que ir bajando despacio. Si bajamos rápidamente nuestro compañero quedará atrás y no nos seguirá.

– Cuidado con caer desde alturas de más de dos cuerpos, nuestro personaje (o compañero) quedará bastantes segundos inmóvil a merced de las hormigas.

– Hay que conocer el mapa de la ciudad bastante bien para no perderse en el regreso hacia la salida. En ese momento el escáner no nos será de utilidad. Es recomendable usar siempre el mismo ángulo de cámara para situarnos.

– Los últimos rescates pueden parecer imposibles al no haber escaleras para llegar donde está nuestro compañero (y así lo creía en su momento), pero podemos saltar sobre las hormigas y así ganar un cuerpo de altura extra para llegar a esas plataformas inaccesibles.La versión de commodore fue muy fiel a la original del spectrum con un aspecto gráfico algo mejorado al hacer uso de colores (blanco, negro y gris) en vez de los entramados del zx. Aunque nos sorprenderá que al completar nuestra misión´, sólo nos mostrará un mensaje de felicitación en vez de mostrarnos la gigantesca medalla a nuestro mérito del original.

En ésta web el propio autor detalla peculiaridades del juego y podemos ver incluso cómo escribía en papel el programa original en ensamblador, así como sus gráficos.

El artículo como el video que os dejamos a continuación obra de Carlos Pérez que ya sabeíes que ni el verano ni las hormigas pueden con él.