Nunca trabajar fue tan divertido
Miguetelo es bien conocido por su maestría a la hora de desarrollar juegos con una herramienta tan limitada (a primera vista) como el AGD. Todas las limitaciones existentes de este motor las suple ideando juegos muy originales de un desarrollo novedoso que entretiene desde el primer momento. En esta ocasión, nuestro trabajo es destruir robots obsoletos, para ello debemos guiarlos mediante dos imanes hasta llevarlos a un pozo de lava para desactivarlos definitivamente. ¿Y no sería más fácil dejarlos morir contra el primer obstáculo que aparezca en vez de tener que conducirlos pacientemente hasta el pozo de lava? Seguramente, pero entonces no sería divertido. Rara vez los argumentos eran importantes en los juegos de 8-bits.
Dos imanes y un robot
El objetivo del juego es sencillo; la resolución, no. Empezamos en lo alto de un planeta donde nuestra meta es llevar el robot a la parte inferior, pantalla tras pantalla hasta completar la fase. Para ello nos vamos a valer de dos imanes que controlaremos de manera independiente. Cuando un imán está a la misma altura que el robot, lo atraeremos hasta que se tope con la pared u otro obstáculo. Hay que tener cuidado porque en ese movimiento de atracción el robot puede contactar con algún elemento letal que haga perder su ¿valiosa? vida. Por ello debemos llevar mucho cuidado en manejar los imanes, y pensar antes de actuar. ¿Qué es lo que queremos hacer y qué es lo que debemos evitar? Uno de los primeros errores que cometeremos es olvidarnos que disponemos de DOS imanes, y que cuando estamos usando uno, el otro sigue en funcionamiento. Esto va a ocasionar que si el robot vuelve a pasar por la horizontal donde está ese imán olivado, será atraído por él. Ya en las primeras pantallas, se nos advierte de este potencial problema. Cuando hemos terminado de usar un imán y vamos a utilizar su pareja, antes conviene pensar si el que dejamos en espera va a afectar las acciones que queremos hacer; es aconsejable incluso dejar momentáneamente el imán que no vayamos a usar en uno de los extremos para minimizar su posible impacto no deseado.
3 vidas para completar la misión
La longitud del juego es corta, son apenas 4 planetas de 6 pantallas cada uno. Pero nos va a costar bastantes partidas dominar el manejo de los imanes y descubrir todas las sorpresas ocultas que van a llevar a nuestros amiguitos metálicos a una muerte prematura.
Tampoco nos podemos demorar mucho en pensar qué hacer en cada pantalla, los imanes disponen de una energía finita que se consume rápidamente; por suerte alrededor de la mitad del planeta encontraremos una pila para recargar la energía y disponer de tiempo extra para afrontar las pantallas finales de cada fase. Si perdemos el robot antes de lanzarlo al pozo de laza perderemos el progreso en el planeta actual; tendremos una nueva oportunidad pero sin tener que empezar desde el principio.
Las primeras pantallas sirven de introducción, a modo de tutorial vamos descubriendo cómo llevar el robot a cada salida y qué errores debemos evitar. Pero no se queda sólo en esto el juego, en pantallas más avanzadas iremos descubriendo poco a poco elementos que nos van a forzar a exprimir un poco más nuestra inteligencia; por suerte, otros nos ayudarán. Así nos encontraremos con ascensores que levitarán a nuestro robot, teletransportadores instantáneos, patrullas de enemigos, bloques para tapar huecos, bombas, …
Commodore 64
Recientemente se ha publicado una versión para Commodore 64 por Majikeyric, al ser programada con código propio se le nota un poco más fluida que la de ZX, lastrada por ser un producto hecho con un maker. También destaca la melodía al hacer uso del chip SID (técnicamente por encima del chip AY)
Descarga gratuita para ZX Spectrum
Descarga gratuita para Commodore 64
Edición física en ZX por Matranet aquí